Objetivo: crear "molinos": 3 fichas en raya perpendicular u horizontal.

El Juego: Los jugadores se turnan para colocar sus fichas en cualquiera de los 24 puntos que permanecen libres en el tablero. Mientras eliges el mejor lugar, debes también intentar hacer "molinos" y entonces quitas una ficha a tu oponente (salvo que ésta ya forme parte de un molino).

Las fichas se mueven a cualquier punto libre adyacente.

Capturas: Una vez que ambos jugadores han puesto sus 9 fichas en el tablero, se turnan para mover un jugador por vez, a lo largo de una línea y a cualquier punto vacío adyacente, intentando construir nuevos molinos. Cualquier jugador que completa un molino puede sacar del tablero una ficha a su oponente.

Final: Gana quien reduce al contrario a 2 fichas, o le bloquea para que no pueda hacer más movimientos.

HISTORIA

El primer grabado de triple recinto que descubrí fue por el sesenta y tantos en el Pico de Santa Cruz de la Sierra , estaba grabado (y allí estará aun pues lo camuflé volteando la piedra) en un sillar de granito que servía en la pared de unas viviendas muy antiguas arrumbadas por los milenios perdidos.

No teníamos ni idea de que tal grabado representara un juego que hoy sigue utilizándose. Después descubriríamos muchos más en Trujillo, Mérida, Cáceres y siempre en los sillares de la muralla romana lo que no databa su utilización hace por lo menos 2000 años.

Pero no siempre estaban en sillares pues en el castro prerromano de La Villeta , en los confines del término municipal de Trujillo donde se junta el río Tozo con el río Almonte, pudimos ver varios juntos en un cancho al Sur del recinto y fuera de sus murallas.

Elías Diéguez publicó en la revista Alcántara un trabajo al respecto de los grabados y pudimos ver una fotografía con el tablero en un tapiz del siglo XVI, lo llevaba bajo el brazo una persona con un bolsa para guardar las fichas… aquello nos convenció que se debía tratar de un juego aunque nosotros le dábamos una utilización más mágica, como una variante de los grabados de cazoleta pues tenían una cazoleta en el medio y la líneas surcos del mismo tipo, algunos grabados sueltos de otros lares carecían de la cazoleta pero pocos y a partir de entonces veíamos triples recintos en todos lados, ello nos decía de su popularidad a lo largo de la Historia.

La primera vez que vi jugar al triple recinto fue en 1973 en Benidorm, en un bar dos suecos se despachaban a gusto haciendo molinos y ellos me dijeron que ese era el nombre que le daban en su tierra, el Mil, que quiere decir El Molino.

Después comprobé que en Villafranca de los Barros era conocido como el caracatre. Todos jugaban con las reglas que expongo anteriormente. Según mi amigo José Luís Blanco en Francia han aparecido triples recintos en niveles prehistóricos.

Instrucciones en frances